Coaching para mejorar tu salud
Es probable que haya algún aspecto de tu salud que sabes que podrías mejorar haciendo algún cambio de conducta, sin embargo no encuentras el momento, o empiezas y rápido pierdes fuelle. Esto es muy frecuente, por ejemplo, con el ejercicio físico. Nos matriculamos con mucha ilusión en un gimnasio y al principio, hasta vamos algún día a la semana, pero ¿cuanto nos dura? Tiramos la toalla y nos decimos que no somos capaces, ”el ejercicio no va conmigo”.
Con el coaching para la salud, descubrirás las barreras que te están dificultando tu avance y los recursos que tienes para lograr tus objetivos de mejora de tu salud, que son muchísimos, seguramente más de los que crees.
Los beneficios del coaching son evidentes en todos los aspectos de nuestra vida y en cuanto a nuestra salud, cobra especial importancia al ser una metodología de cambio que lleva a la ACCIÓN.
Como coach para la salud, me centro en ayudarte a poner en marcha esos cambios de hábitos que quieres introducir en tu vida para recuperar o mantener tu salud en el máximo nivel, esos que te cuesta tanto integrar en tu día a día.
Mejorar la salud no es algo que puedas ir dejando para otro día, es ahora el momento de que asumas el control y la responsabilidad sobre las conductas que favorecen tu bienestar.
¿Qué rol quieres desempeñar en cuanto a tu propia salud: activo o pasivo?
El pasivo, delega toda la responsabilidad en los profesionales sanitarios, las circunstancias, la vida… y todo esto conduce a un escaso control y sensación de víctima. El dolor no lo podemos elegir pero sí el sufrimiento que nos provocan pensamientos como ¿por qué me ha pasado a mi? La respuesta a esta pregunta es, a veces, otra pregunta: ¿y por qué no?
Por el contrario, el rol activo te lleva a responsabilizarte tú, a participar activamente en la puesta en marcha de las acciones necesarias para mejorar, a ser capaz de asumir las recomendaciones que te ha hecho tu profesional sanitario e implementarlas en tu vida, de manera que tu estado de salud mejore.
No olvides que tu salud es “tuya” y eres el primer interesado en mantenerla y mejorarla, no “eres” un enfermo, “tienes” una enfermedad, por lo que al no ser, sino tener, puedes abordar la enfermedad desde otro punto de vista mucho más capacitador. La manera en la que nos expresamos es muy importante porque indica cómo y dónde nos situamos de cara a los demás y a nosotros mismos. Con el coaching para la salud, aprenderás a cambiar tu diálogo interior, lo que dices y te dices y la repercusión que esto tiene en cómo te sientes y lo que haces.
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