Mindfulness es prestar atención deliberada y sin juicio al momento presente. Jon Kabat-Zinn.
El término Mindfulness no tiene una traducción exacta al castellano, las más aceptadas son atención plena o atención consciente.
El concepto de Mindfulness acuñado en Occidente surge en 1979, cuando el Dr. Jon Kabat-Zinn, biólogo molecular y miembro de la Escuela de Medicina de la Universidad de Massachusetts, inicia una investigación sobre la aplicación de un protocolo basado en Mindfulness dirigido a pacientes con dolor crónico y enfermedades derivadas del estrés.
Podemos decir que Mindfulness o atención plena es prestar atención consciente a la experiencia actual momento a momento. Esto es, estar en lo que estás y hacer lo que tienes que hacer, adquirir conciencia plena del momento presente. No es nada nuevo, es una recopilación de técnicas milenarias para entrenar al cerebro y potenciar la conciencia y la conexión entre mente y cuerpo.
Actualmente y debido a la inmensa cantidad de estímulos a los que estamos expuestos, es muy frecuente que nuestra atención esté ocupada en multitarea o en las experiencias o pensamientos del pasado o del futuro, fluctuando de un lado a otro y realmente en esa competición no disponemos de tiempo para experimentar lo que está aconteciendo en este momento. A través de la práctica de Mindfulness, somos conscientes de la capacidad que tenemos para elegir dejarnos arrastrar o no por estos pensamientos y dejar de funcionar en piloto automático.
Mindfulness, por tanto, es un entrenamiento mental con el que se desarrollan y potencian funciones cognitivas como la atención y la concentración, facilita los procesos de regulación emocional, mejora la gestión del estrés y del dolor, capacitando a la persona para sustituir las respuestas automáticas por otras más conscientes y eficientes, en definitiva, responder en vez de reaccionar ante las distintas situaciones que se nos presentan tanto a nivel personal como profesional.
Hoy día, la implantación del Mindfulness se ha extendido a todos los ámbitos de nuestra vida, además de la salud, la educación, el deporte, las organizaciones… con resultados extraordinarios y beneficios avalados por estudios científicos sobre neuroplasticidad que demuestran los cambios que se producen en el cerebro en áreas relacionadas con la gestión de las emociones, el estrés, la memoria, la creatividad, etc. después de ocho semanas de práctica.
Llegados a este punto, conviene aclarar lo que NO ES MINDFULNESS:
• No es una técnica para parar o eliminar los pensamientos.
• No es una técnica de relajación.
• No es un método para suprimir el dolor.
• No es un método para dejar la mente en blanco.
• No es religión o espiritualidad.
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